“La elección de tal jinete para tal caballo es de suma importancia. Un caballo ardiente y un jinete ardiente pueden exasperarse el uno y el otro hasta la explosión. Un caballo con calma, sin nervios, y un jinete tranquilo y flemático se dejarán llevar, al cabo de muy poco tiempo, por movimientos aburridos e inexpresivos: se aletargan. Estas son verdades que nunca serán recordadas demasiado, si se quiere un entrenamiento exitoso. También puede ocurrir que ciertos jinetes tomen aversión hacia ciertos caballos y recíprocamente. Esto es lo que explica por qué un cambio de caballo conduce algunas veces a resultados tan favorables.”
Alois Podhajsky.